Tenía tantas ganas de abrazarte y sentirte cerca que mi corazón palpitaba desmesuradamente, y esa fuerza me impedía respirar.
Hemos estado cerca, tan cerca que nuestra piel se fundía con la madrugada, que el aire se cortaba con silencios rojos y arco iris.
Recordar esos momentos hacía que quisiera romper ventanas, abrir puertas y quebrar los muros que nos separaban ,
para vivirlos de nuevo,
para encontrarte.
Hoy te he visto por fin, te he abrazado como nunca, como estaba deseando, con todo lo que llevo dentro y te he mirado a los ojos.
Los ojos de la pasión y la vida, la luz y la esperanza...
Pero no te he visto en ellos....
Ahora sigo buscando a la persona de la que me enamoré.