domingo, 4 de abril de 2010

Reflexion with another cup of drink


Tengo un armario lleno de ropa.Montones y montones de pantalones, camisetas de tirantes, algunas sudaderas y un vestido rojo.
Parece un tópico pero las personas organizamos nuestro armario al igual que nuestra vida.
Por lo menos en mi caso.
En primer lugar pongo los pantalones, los que uso a diario. Como la gente a la que vemos día a día, personas que pasan por tu camino, que cambian, que vuelven.
En segundo lugar pongo las camisetas, que me encantan, que les tengo cariño pero que se gastan con el tiempo . Como las personas que conoces y cojes cariño. Quedas con ellos , tomas café o sales un día de fiesta, pero se consumen, se rompen, o te olvidas de ponerte algunas durante un tiempo .
En tercer lugar siempre dejo sitio para las sudaderas, uno de los sitios mas grandes, no por lo que ocupen , sino por lo delicadas que son. Únicas, diferentes, cada una de una forma y un estilo pero las que mas necesito durante los días de frío, esos días que te duele abrir los ojos o levantarte de la cama.
Como mis amigos, cada uno con sus más y sus menos, en sus mundos de ficción, pero todos con las mismas ganas de vivir .
Los que me hacen sonreír cada día, que me abrigan en los días mas fríos, que siempre me hacen falta.
Por último hay siempre en mi armario un hueco especial para mi vestido rojo.
Mi prenda de ropa favorita, la que uso sólo algunas veces por miedo a desgastarlo...
Quizás me gusta solo verlo y por eso no lo uso a menudo. Es confortable ver su forma perfecta, su rojo como un amanecer de verano.
El vestido rojo me recuerda a la persona que mas quiero, la que me hace sentirme guapa, libre , viva.
Con formas perfectas y sonrisa traviesa. Cuando estoy con ella soy la persona más especial, como sus besos
especiales, diferentes.
¿Es malo que se me erize la piel cuando me lo pongo?
¿Es malo que se me erize la piel cuando me mira?
A lo mejor por eso solo lo uso a veces, porque es tan especial ponérmelo que guardo ese momento durante mucho tiempo en mi memoria y no quiero que se borre nunca.
LLevo varios meses tirando la ropa que me pongo dentro del armario sin ordenarla.
Todo desordenado, confuso, descolocado.
Hay veces que no encuentro mi vestido, o mis camisetas se rompen de repente y las sudaderas se pasan de no usarlas.
Y Quisiera cojer todo y tirarlo, comprar ropa nueva...
En esos momentos cojo una a una las prendas y me doy cuenta que es imposible tirarlas.
Puede que en realidad ni si quiera haga falta tirarlas.
Sólo ordenar el armario.

1 comentario:

  1. Este breve relato, pensamiento, idea, o el simple hecho de escribir por escribir es el más me ha gustado de todos los que has escrito hasta ahora. Quizá sea por el simple motivo de que entienda que es la única razón que te impulso a escribirlo halla sido escribir por escribir. Sin embargo, o por eso mismo lo entendí tan natural. Sigue escribiendo.

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